Abandonamos Shanghai para ir a la región de Guanxi, concretamente a la zona de Guilin. Esta vez si que cogimos el tren, 22 horas de trayecto en cama dura, este tren estaba más destartalado que el anterior, sucio, y ruidoso, la gente mucho más rural, solo faltaban las gallinas correteando por el vagón, los escupitajos en “dolby suround”, se nos hizo más duro, la verdad, pero bueno es lo autentico no? Íbamos huyendo de las vacaciones de pulserita con todo incluido, así que nos encontramos con esto: chinos y más chinos comiendo sopas, jajaja, la familia que compartía literas con nosotros, tenían dos nenes, un nene de unos dos añitos (Titi, esto significa algo así como hermano varón) y una nena de mesecillos (Meme que así se les llama a las hermanas chicas) ambos con los culotes al aire, jejeje, curioso ver como desde pequeños les dan de comer las sopas chinas, ¡con lo que pican! Y una vez terminada de comer la sopa, ponen al nene a hacer caca en el mismo bote de donde se ha comido la sopa, increíble, el baño a 2 metros de ellos y le ponen a cagar ahí mismo, delante de todos, en el bote de sopa mientras el resto de la familia comen la misma sopa, de locos!!
Por fin llegamos a Guilin, ciudad bastante gris, y de ahí un bus hasta Yanshuo, nuestro destino para los próximos 4 días. Hora y media de trayecto y estamos en este paraíso, la espera mereció la pena, parecen Chinas diferentes la China de Shanghai con la China de los campos de arroz… Nada más llegar dejamos nuestro equipaje en el hostel, que suerte estamos teniendo con los hospedajes! 25 euros la noche, y parece una suite, ático con terraza, aire acondicionado indispensable, etc y lo mejor de todo las vistas ¡que vistas! Supongo que todos habréis visto los típicos cuadros de los restaurantes chinos, con esos lagos, las montañas repletas de vegetación, las cascadas, las balsas de bambú…
Una vez nos descargamos el pesado equipaje fuimos a pasear por la zona, por 5 euros una hora de paseo en barca por el río, nuestro primer contacto con Yanshuo ha sido increíblemente satisfactorio, tanta belleza alrededor te eclipsa y pudimos ver el atardecer desde nuestra barquita, una maravilla…
Yanshuo es idilica, y tiene lo necesario para el turismo pero sin perder el encanto, salimos de fiesta por la noche en la zona de los bares, y por primera vez nos juntamos con los chinos borrachos perdidos en sus discotecas con el chunda chunda, nos llamó la atención que casi todos beben cerveza, y no se les da muy bien poner copas, y lo que más nos sorprendió es que se toman chupitos de cerveza, jajajaja. Tras una noche intensa jajaja, nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente a madrugar que nos esperaba un día completito!
A primera hora nos fuimos a hacer rafting! Divertidísimo, dos horas de rafting, y éramos los únicos extranjeros todos los demás chinorris, jeje. Es maravilloso ver los paisajes y ya era hora de pegarnos un remojón, con tanta calor que estamos pasando jeje.
Después de comer nos fuimos a visitar unas cuevas, echándole imaginación veías budas en las rocas, las estalactitas eran de pronto un elefante o una tortuga, jeje, y lo más interesante fue darnos durante una hora unos baños de barro dentro de la propia cueva, estupendos!! Tras embarrarnos como cerdos, y flotar mucho mejor que hacer el muerto en el agua, pasamos a unas pozas de aguas frías y muy calientes también en el recorrido de la propia cueva.
Despues de cenar, bueno y barato como viene siendo costumbre aquí, contratamos una visita para ver la pesca con los cormoranes, cual aventureros del propio Pekín Express. Es muy interesante ver como los cormoranes atrapan los peces, y no los matan ni se los comen, y como el pescador recoge el pez con la técnica de estrangular al cormorán para que lo vomite, jajaja, una vez visto y realizado la pesca, pudimos sostener cada uno a uno de los cormoranes ¡como pesan! Bueno divertidísimo todo el día y por el módico precio de 25 euros en total todas las actividades.
Decididamente China es para mileuristas!!!
Al día siguiente de excursión en barca para los dos solitos por el rio Li, durante casi 3 horas hasta llegar a Ximping, como comenté antes los paisajes son una pasada, vimos las montañas que salen en los billetes de 20 yuanes, y una montaña que formaba una cabeza humana, pudimos bañarnos en una parte del rio, con cuidado porque tiene bastante fuerza la corriente, y tomar el solecito. Cuando llegamos a Ximping visitamos un gran mercado regentado por los locales, desde gansos hasta cortaúñas vendían, los viejitos arrugados y flacos te sonrían bajo su sombrero de paja…
De vuelta a Yanshuo paseamos por un gran parque que hay a la entrada del pueblo, la gente se reúne y puedes observar desde gente bailando, haciendo yoga, jugando a las cartas, en bici, tomando sol o durmiendo que les encanta aunque con este sol de infierno como para no quedarse dormidos!
Contemplamos las enormes extensiones de nenúfares de tamaños impresionantes.
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